Gaceta Médica Madrid | lunes, 26 de mayo de 2014 h |

Aunque las investigaciones todavía están desarrollándose a nivel de laboratorio, se espera que la aplicación de las técnicas de reprogramación celular tenga impacto clínico en la curación del infarto de miocardio, la enfermedad de Párkinson y la diabetes. De hecho, los estudios en modelos animales ya han demostrado su utilidad, tal y como se ha expuesto durante el 11º Curso para Postgraduados ‘Fundamentos Moleculares de la Medicina’, organizado por la Real Academia Nacional de Medicina (RANM) con la colaboración de la Fundación Lilly.

“Las técnicas de reprogramación están permitiendo cambiar un programa celular por otro para usarlo como agente terapéutico”, explica Manuel Serrano, director del Programa de Oncología Molecular del Centro Nacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CNIO). Y añade que “la reprogramación permite convertir células de la piel en células del corazón para reparar tejidos; o que las neuronas vuelvan a producir dopamina para un enfermo de Párkinson o células que produzcan insulina para una persona con diabetes”. Sin embargo, apunta la baja eficiencia de los procesos y la mejora de la seguridad como las dos principales barreras a superar. En esta línea, su grupo está investigando “una alternativa en la reprogramación celular que consiste en reparar directamente sobre el tejido y así mejorar la eficiencia del proceso”, explica.

Analizar las últimas investigaciones en reprogramación celular y medicina regenerativa, o las funciones de la insulina en el cerebro son dos de los 12 temas sobre biología molecular que se han tratado durante dos días en la sede de la Real Academia Nacional de Medicina. Otros han girado en torno a los nuevos conocimientos en las bases moleculares de la obesidad, el ictus y el cáncer. “Los temas tratados están en la frontera del conocimiento actual. Eso, junto al nivel científico de los ponentes, son los motivos fundamentales para que el programa despierte un gran interés en los asistentes”, señala Enrique Blázquez, director del Curso y Académico de Número de la RANM.

Por su parte, José Antonio Sacristán, director de la Fundación Lilly, ha destacado el enfoque traslacional del curso y su vocación médica. “La investigación biomédica debe eliminar su aproximación fragmentada y evitar divisiones artificiales que enlentecen el avance científico. La práctica de una buena medicina cada vez requiere un mayor conocimiento de los fundamentos moleculares de la enfermedad”, ha subrayado. Asimismo ha reiterado el papel destacado de este curso en la difusión del conocimiento, poniéndolo como ejemplo de actividad con impacto indirecto en la salud de la población. El curso ha sido clausurado por José Antonio Gutiérrez Fuentes, consejero honorifico de la Fundación Lilly, quien enfatizó “el alto nivel de las ponencias y el reconocimiento alcanzado por el curso anual `Fundamentos Moleculares de la Medicina´ que concita ya a investigadores de toda España”.

Otro de los temas tratados ha sido el efecto de la resistencia a la acción de la insulina en el cerebro, ya que epidemiológicamente las personas con diabetes tipo 2 tienen 2,5 veces más posibilidades de padecer Alzheimer. “Sabemos que esta hormona sí realiza importantes funciones en el cerebro, concretamente sobre la memoria y la cognición”, explica Blázquez. Además, la insulina actúa sobre el cerebro para modular la conducta alimentaria, la homeostasis de la glucosa y la reproducción, “así como para participar sobre la proliferación y diferenciación celulares, y tiene efectos neuroprotectores y sobre la neuromodulación”.