Sandra Pulido Madrid | viernes, 28 de septiembre de 2018 h |

Michelangelo Merisi da Caravaggio, famoso por su pintura violenta y por ser el precursor del Barroco, murió en extrañas circunstancias el 18 de julio de 1610 a la edad de 38 años.

Tras enfermar en Porto Ercole (Nápoles), su muerte se atribuyó al contagio de la sífilis. Así se ha creído durante cuatro siglos hasta que siete científicos franceses e italianos del Instituto IHU Méditerranée Infection de Marsella han llevado a cabo una investigación en el que demuestran que el gran pintor italiano falleció por una infección causada por las heridas que se hizo durante una pelea con espada.

Las conclusiones del estudio publicado en The Lancet aseguran que el pintor murió de sepsis por Staphylococcus aureus.

Para dar con esta hipótesis tuvieron que dar primero con el cuerpo de Caravaggio en el cementerio de Porto Ercole.

El equipo de investigadores se centró en cualquier esqueleto que correspondiera a un hombre de 1,65 metros de estatura con una edad comprendida entre los 35 y 40 años en el momento de la muerte.

Nueve esqueletos cumplieron con estos criterios pero las pruebas de carbono-14 revelaron que solo uno se remontaba a principios del siglo XVII.

El análisis de los restos indicó además niveles extremadamente altos de plomo, un detalle de gran importancia ya que se sabía que Caravaggio era descuidado cuando usaba plomo para pintar. Pero para confirmar que ese esqueleto era el de Caravaggio, se comparó su ADN con el de dos habitantes de Porto Ercole que llevaban el mismo apellido que Caravaggio (Merisi o Merisio). 11 de los 17 marcadores de microsatelites cromosómicos de los restos eran compatibles con el halotipo de Merisi, lo que atribuyó los restos a Caravarggio.

El secreto, en los dientes

Para identificar al agente infeccioso examinaron la pulpa de su dentadura. A partir de la muestra extraída se examinó la presencia de sífilis, paludismo o brucelosis, hipótesis más habituales en la muerte del pintor.

Todas dieron negativo. La presencia de Staphylococcus aureus se confirmó utilizando dos métodos de detección de ADN: un método metagenómico no específico y un método específico de PCR cuantitativa dirigido a aureus. Además, el análisis metaproteómico de los dientes también reveló la presencia de un solo agente patógeno.

Esto pone fin a las leyendas en torno a la muerte del maestro del barroco, cuyas circunstancias fueron ocultadas por los españoles que vivían en Nápoles y querían quedarse sus obras.

Caravaggio tuvo que huir de Roma tras matar a un aristócrata de ascendencia española. El Papa Pablo V le sentenció a muerte mientras el pintor huía a Nápoles donde paso el resto de su vida escondido de las autoridades. En su último verano recibió el indulto de Roma para volver pero nunca llegó.

Los ‘claroscuros’ de Caravaggio

A lo largo de su vida, Caravaggio protagonizó numerosos altercados con peleas, robos y vandalismo hasta que finalmente fue sentenciado a muerte por asesinato. Con su huida a Nápoles, su comportamiento delictivo no cedió pero sí incrementaron sus enemigos a la vez que su pintura se hacía cada vez más oscura. En Nápoles fue víctima de un atentado en la Osteria del Cerriglio que le dejó la cara desfigurada y totalmente trastornado. Las críticas de la época hablaban de un hombre asociable, que dormía armado y que pensaba que todos murmuraban contra él. Su estado depresivo a menudo se podía ver reflejado en el lúgubre de sus obras.