La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semfyc) ha presentado los datos de la vigésimo cuarta encuesta anual que realiza sobre tabaquismo.
Este año han participado voluntariamente en la misma un total de 9.711 personas. Bajo el lema “Mejor el paseo que el humo y el vapeo”, una vez más esta presentación ha coincidido con la Semana sin Humo, que va de los días 25 a 31 de mayo.
Se trata de una de las convocatorias nacionales más relevantes para incentivar el abandono del consumo de tabaco que se organiza en España. Los resultados del sondeo revelan la aceptación por parte de los encuestados de medidas coercitivas para eliminar el tabaco.
También este año se ha preguntado sobre la percepción del tabaco en relación al medio ambiente. El 92,1 por ciento de los encuestados es consciente del perjuicio que supone el consumo de tabaco para el medioambiente. En la encuesta se observa una tendencia cada vez mayor a proteger nuestras playas del uso del tabaco, así lo consideran el 70,6 por ciento de los no fumadores, el 59,8 por ciento de los exfumadores y hasta el 30 por ciento de fumadores, que manifiestan que prohibirían fumar en las playas.
“Es evidente que hay una creciente demanda ciudadana a favor del avance de las políticas de prevención de consumo de tabaco para proteger la salud de la población”, afirma Susana Morena, Coordinadora de la XXIV Semana Sin Humo de la semfyc. Los encuestados se muestran a favor de cambiar la legislación para ampliar espacios libres de humo en genera, un 90,9 por ciento, dato superior al 85,6 por ciento del año pasado.
Asimismo, el 70 por ciento de los encuestados prohibido fumar en las paradas de autobús. El 81,7 por ciento lo haría en lugares cercanos a centros educativos y el 42 por ciento prohibiría consumir tabaco en el interior de los coches.
“Los vapeadores son dispositivos perjudiciales por sí mismos y actualmente ejercen de puerta de entrada al consumo de tabaco entre los más jóvenes”
Susana Morena, Coordinadora de la XXIV Semana Sin Humo de la semfyc
Respecto a las terrazas de los bares y restaurantes, el 71,6 por ciento lo restringiría, el 49,4 por ciento considera que no se cumple la normativa que regula el consumo en estos espacios de la hostelería. Ese porcentaje llega al 53,9 por ciento en Aragón, Baleares y Valencia, precisamente las comunidades que tras el fin de la COVID siguen haciéndolo. Esta medida es incluso apoyada por un 28,2 de los fumadores.
En la misma línea, los encuestados han expresado cuales consideran que son las medidas coercitivas más eficientes en nuestro país. El 77 por ciento considera que es importante intensificar las campañas educativas y los programas escolares, así como sensibilizar más a menudo sobre este problema en los medios de comunicación. El 69,7 por ciento cree que se deberían de aplicar sanciones por tirar colillas al suelo.
El vapeo
Recientemente, se ha generado un gran debate sobre el uso de los vapeadores, a tenor del gran aumento de estos productos. Además, es especialmente preocupante su uso entre los más jóvenes. Recientemente la sociedad se ha indignado al ver un video viral en el que una niña de nueve años descubría ilusionada que uno de sus regalos de comunión era un kit de vapeo.
Una la de las medidas coercitivas que consideran fundamental los encuestados por la Semfyc es la eliminación de la publicidad encubierta en el cine, la televisión y en las cuentas de influencers en las redes sociales (61,1 por ciento). Muchos de ellos se dirigen ya no solo a los adolescentes, también a los más pequeños, con vapers con formas de dibujos animados con Bob Esponja.
El consumo de estos productos derivados los más jóvenes, sobre todo vapeadores y cachimba, preocupa a la semfyc: “Son dispositivos que son perjudiciales por sí mismos y que actualmente ejercen de puerta de entrada al consumo de tabaco entre los más jóvenes”, afirma Morena.
El sondeo revela que el 19,2 por ciento de los jóvenes de entre 14 y 18 fuma. En este rango de edad el mayor consumo se atribuye a los nuevos dispositivos, sobre todo el cigarrillo electrónico o vaper, de hecho, hasta el 20,8 por ciento de los adolescentes encuestados consume este tipo de productos, el 14,3 por ciento consume cachimba y el 13,1 por ciento consume cigarrillo convencional. Un 7,5 por ciento fuma cannabis mezclado con tabaco.
