La montaña y la música son el tándem perfecto para Gonzalo. Pero no hablamos de una montaña cualquiera y una melodía normal. Por tener más ‘precisión’, hablamos de Asturias y de rock español. Así son los genes de este experto en genómica.
Pregunta. La montaña y el rock… una combinación explosiva?
Respuesta. Es algo normal. Desde siempre me ha gustado el rock, y la montaña. En Asturias tenemos la suerte de contar con la playa y la montaña a la vez, el escenario perfecto.
P. ¿’Prometes estar agradecido’ a la genética?
R. Sí. Estamos en un momento de cambio de paradigma, y hay que estar agradecido, sobre todo si estás en el meollo de estos cambios. Yo al final no iba para experto en genética y genómica. Empecé la carrera de químicas. Siempre me gustó la bioquímica y cuando terminé tenía varias opciones; irme a la industria o hacer el doctorado de bioquímicas. Tuve la oportunidad de hacer una entrevista en el Laboratorio de Carlos López Otín. Casualmente, sin tener el mejor expediente me fichó. Por su puesto, estoy agradecido a la genética.
P. ¿Cómo nos puede cambiar la genética las ‘maneras de vivir’?
R. Espero que no los cambien mucho. Está claro que el conocimiento está ahí, cada vez más avanzado de las bases moleculares y de cómo afectan al paciente: la contaminación, el tabaco, etcétera. Todavía falta muchísimo conocimiento, y conforme avance, lo conseguiremos con las terapias asociadas. Espero que las maneras de vivir gracias a la genómica sean maneras de vivir más agradables.
P. Un experto en genómica, ¿‘vive mirando una estrella’?
R. Yo vine mirando la estrella de la ciencia, no sé si equivocada o acertadamente, pero guío mi vida por la ciencia. Si a mí me dicen hace diez años que se podría secuenciar un genoma en una semana por 1.000 euros jamás me lo hubiese creído. Si tú miras la ciencia básica, sin perder la vista de la traslación, no te puedes equivocar porque te enseña una ética, una disciplina y un saber mirar la vida.
P. ¿Con qué precisión acudes a la montaña?
R. Para ir a la montaña tienes que ir por etapas. Al principio vas para encontrar la paz, estar tranquilo, sin mucha ambición y poco a poco vas poniéndote retos. No lo hago como práctica deportiva, el 80 por ciento voy a relajarme.
P. ¿Cuál es el estado genéticamente perfecto para irte a la montaña, o escuchar un determinado grupo de música?
R. El estado genéticamente perfecto, me recuerda a una frase de Carlos López Otín que habla de armonía molecular: es decir, estar contento con lo que haces en tu lugar en el mundo y haciendo lo que te gusta.
P. ¿Cuál crees que es el acorde perfecto de la Medicina de Precisión?
R. Sería el conocimiento, si pudiéramos llegar a que los profesionales y los pacientes conozcan qué es lo que se puede hacer con la genética… Tenemos un problema: la ciencia básica va muy por delante que la traslación, no por los propios médicos, más por las barreras que se ponen a los médicos desde las gerencias, los hospitales, la financiación, la formación a los pacientes, etcétera. Una sintonía perfecta sería esa donde los investigadores básicos, paciente y profesionales estuviéramos en la misma dimensión, para poder hablar cara a cara, ahora mismo no podemos, hay demasiadas trabas. En Estados Unidos ya se está haciendo y creo que aquí en España llegaremos algún día.
P. ¿España, por tanto, desafina más en este sentido?
R. Sin duda, necesita una estrategia en medicina de precisión. Tanto en ciencia básica como en su traslación en los últimos años hemos visto recortes fundamentales. Cuando ves a otros países y te das cuenta de cómo está España. Sin embargo, el nivel científico en España es muy alto. Entiendo que haremos un plan en un futuro.
PÍLDORAS
¿Cuáles son los genes clave de un rockero?
Pues no lo sé, pero creo que es adquirido. Haber dado con una familia que le guste la música, que te guste el rock, haber ido a conciertos. No es genético, es epigenético…
¿Un Plan personalizado? Irme a la montaña y dormir en un refugio.
Si se pudiera hacer, ¿a qué grupo de rock clonarías? Más que clonarles, les duplicaría porque siguen vivos, pero juntaría a Platero y Tú.