“No se puede humanizar si el miocardio no está bien entrenado”

Humanizar la sanidad es el epicentro de la vida de Julio. Una tarea que bien se puede decir ha estado haciendo a lo largo de su trayectoria. En la tele, acercando la versión más humana de la medicina, en la consulta, o como docente. Le gusta el fútbol tanto que llegó a jugar en ‘La Fábrica’ —nadie es perfecto— y también la literatura, el cine, el arte… Por cierto que, no quiero olvidarme de su apellido, que además de identificarlo le sirve para reunirse cada año con todos los Zarco de España. Ah! Y en su estantería, sí, hay un niño de ojos zarcos.

Pregunta. Humanizar la sanidad, ¿es una carrera de fondo?

Respuesta. Efectivamente, pero con un añadido, que se tiene que tener un corazón de deportista. No se puede humanizar si el miocardio no está bien entrenado. Es una carrera de fondo pero con corazón, siempre.

P. ¿Cuál es tu meta?

R. No quiero que suene pretencioso, pero mi meta está en los demás, no tanto en mí. Lo que puedo conseguir de tratar de mejorar las condiciones del resto de las personas.

P. Una meta muy humanista…

R. Sí. Curiosamente así ha sido a lo largo de mi vida desde que nací. La vida te va colocando en sitios, en función de lo que eres y a veces tienes suerte, como en mi caso, pero otras no.

P. ¿El deporte es crónico en tu vida?

R. Sí, pero con un pequeño parón, porque apenas tengo tiempo. Siempre ha estado presente desde el atletismo al fútbol. He jugado en el Real Madrid, desde las categorías de alevines hasta prejuveniles y ha marcado esa carrera de fondo a lo largo de mi vida. Ahora el corazón lo dedico menos al deporte, y un poquito más al empeño que tengo.

P. Te gusta también el arte, ¿cuál sería el cuadro perfecto de la AP?

R. En algunos momentos, ha sido el ‘Grito’ de Van Gogh, porque es un cuadro de desesperación que refleja el miedo, la impotencia… Este cuadro se ha cambiado, no totalmente. Primaria debería convertirse en ‘Los nenúfares’ de Monet, que es un cuadro con mucho colorido, con contrastes de luces, enormemente grande, que te llena toda la capacidad visual. Atención primaria es el núcleo de la asistencia sanitaria, sin desmerecer la hospitalaria.

P. Llevamos muchos años pintando ese lienzo…

R. Monet era una persona muy repetitiva en sus cuadros, siguiendo el estilo de Antonio López, que puede tardar 20 años, y atención primaria lleva 30 de evolución. En este momento, está el cuadro diseñado, tiene pintados los colores, pero le falta más luz. Esa luz la tienen que poner los profesionales.

P. En tu tiempo libre, ¿humanizas tu día a día?

R. Trato de respetar que todos los fines de semana pueda ver una película, porque me gusta mucho el cine. Intento estar con la familia y amigos, que es lo más importante en mi vida. Y trato de disciplinarme saliendo al campo y a la montaña y escribir.

P. Fuiste, durante una etapa, el médico de la tele…

R. Fue muy efímera. Sigo guardando las amistades, empezando desde Mariló Montero hasta el último redactor. Es una experiencia muy apasionada, porque para mí todo era nuevo. Una de las mejores experiencias que he tenido.

P. Compartes experiencia con el consejero…

R. El tiene mucha más experiencia. (Risas)

P. ¿Con qué te quedas de todo lo que has hecho?

R. Pues aparte de la docencia que me encanta. Me quedaría con mi paso como director del Centro de Salud de San Blas. Cuando este barrio, en los años 80 era marginal. Todos esos años fueron los más difíciles, pero los más enriquecedores.

P. ¿Te ves en la consulta?

R. Sí, todos los días. Mi paso por aquí es circustancial y a veces cuando las cosas se ponen complicadas, me acuerdo de los pacientes y los alumnos.

P. Dices que eres madrileño de raíces manchegas… Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid, ¿tienen un nexo de unión aparte de la frontera?

R. Nos unen más cosas que las que nos separan. Por ejemplo, el carácter de las personas, el paisaje, la cultura, la historia… y tener unas raíces idénticas. En Sanidad podríamos tener rivalidades pero en cambio tenemos una excelente relación. Tengo grandes amigos como Rodrigo Gutiérrez, mi homólogo manchego… A veces lo que separa es ruido y artilugio político.

P. ¿Qué prescribirías al SNS?

R. Importante dosis de vitaminas, complejos vitamínicos con ginsen. Estamos en un periodo convulso donde se relativiza todo mucho, y hay cierta carencia de valores… El SNS hay que fortalecerlo, apuntalarlo y enriquecerlo. Tiene que tener más fuerza aún.

P. ¿En sanidad se pueden hacer los sueños realidad?

R. Primero hay que imaginarlos. El hombre es un hommo imaginalis, la imaginación es productor fundamental: Primero se imagina y luego se cree, y siempre se materializa. Hay un refrán que se lo apoderó Paulo Coello, que no es de él, es un proverbio Sufí que dice que cuando uno imagina con mucha fuerza algo, todo el universo conspira para que ese algo se produzca. Ese refrán árabe efectivamente es real. Debemos imaginar la sanidad con tanta fuerza que lo hagamos nuestro y todo el universo conspirará para que confluya hacia algún lugar.