Según los datos aportados por Autismo España, 50.000 menores en edad escolar padecen autismo en nuestro país. El TEA es un trastorno que se desarrolla en edades muy tempranas y los primeros síntomas se detectan entre los 24 y 30 meses. Tal y como ha explicado a GM José Alberto Monseco, psicólogo especializado en autismo y director académico de ‘abascool’, un centro de formación superior especializada en el tratamiento del autismo.
“Cada vez en España se diagnostica antes. Anteriormente el diagnóstico llegaba entre los tres y los cuatro años y ahora en cuanto hay signos de alerta los pediatras mandan a los niños al especialista”, resalta el psicólogo. Sin embargo, Monseco puntualiza que el problema llega a la hora de la intervención. “Hay muy pocas coberturas para las familias para poder pagar los tratamientos y la mayoría de los tratamientos no están basados en la eficacia”.
El especialista recuerda que en 2006, el Ministerio de Sanidad junto con el Instituto Carlos III elaboraron una guía de buenas prácticas para la intervención del autismo donde también se recogían las vías de tratamiento. “Dentro de los tratamientos con evidencia científica señalaban los fármacos basados en la risperidona y el tratamiento cognitivo conductual”, continúa Monseco.
“Pero cuando tú observas el abordaje en estos pacientes, muy pocos o ninguno tiene que ver con el cognitivo conductual. En su mayoría tienen que ver con tratamientos más de tipo ecléctico en el que se mezclan todo tipo de intervenciones como la logopedia, la terapia sensorial, la terapia con animales…”, describe el experto para insistir que en muy pocos sitios “se hace intervenciones como la terapia aplicada a la conducta porque hay poca formación en este país”.
En ‘abascool’ se centran promover y divulgar el análisis de conducta aplicado como tratamiento en la mejora de la calidad de vida de niños TEA, en su educación y en el alcance de su máximo potencial, así como apoyar a la formación de profesionales y familias en este trastornos.
“Nosotros nos dedicamos a dar esa formación para que haya cada vez más profesionales formados y que esos profesionales puedan estar dentro de las escuelas y no sea necesario que las familias tengan que gastarse ese dineral en terapias de forma privada”, subraya el psicólogo. “Si consiguiéramos que los profesionales de los centros educativos estuvieran formados reduciría muchísimo el coste”, añade.
Asimismo, el director académico de ‘abascool’ señala que lo “ideal” sería que todos los centros escolares pudieran acoger a niños con TEA en sus aulas pero reconoce que “requiere muchísimos recursos y a día de hoy sabemos que no es posible. Aquellos en los que no tengan las habilidades necesarias y no existan los recursos necesarios, no beneficiaria ni a los estudiante ni a los alumnos con TEA ni al profesorado.” Dentro de que esta situación seria la deseable, podríamos llegar a ella si de verdad tuviéramos los recursos en las aulas ordinarias”, incide.
Autismo en adultos
El TEA en adultos es otro “vació” que reconoce Monseco que existe en España. “Parece que atendemos a las personas con autismo cuando son niños. Pero cuando pasan de los 18 años hay un vacío en el cual se les deja en centros de residenciales o en centros de trabajo ocupacional. Si nosotros trabajáramos adecuadamente desde que son muy pequeños enseñándoles habilidades, eso también podría mejorarse”, concluye.