Sandra Pulido Madrid | viernes, 15 de marzo de 2019 h |

Marián Rojas Estapé, psiquiatra del Instituto Español de Investigaciones Psiquiátricas (Ieip), defiende un paradigma en la prevención de enfermedades basado en la gestión de los pensamientos y las emociones. En su libro ‘Cómo hacer que te pasen cosas buenas’ ofrece una visión profunda sobre como el estrés crónico está condicionando la salud de los pacientes.

Pregunta. ¿Qué sucede con el estrés?

Respuesta. Todos sabemos que hay un estrés bueno, que es el eustress, en el que las glándulas suprarrenales generan cortisol ante un reto o un desafío. ¿Qué es lo que sucede? Que nuestro cuerpo y nuestra mente no distinguen entre una amenaza real o imaginaria. Entonces si estoy continuamente pensado “y si me echan del trabajo, y si mi marido me engaña y si enfermo… etc.” estoy continuamente alerta y segregando cortisol y el ser humano no está diseñado para vivir en modo supervivencia. De hecho, hoy en día, parte de las enfermedades que estamos viendo es porque nuestra mente y nuestras emociones viven constantemente en modo supervivencia. Es decir, mis pensamientos generan una emoción y la emoción tiene una repercusión en el cuerpo.

P. ¿De qué enfermedades hablamos?

R. Según la Universidad de Harvard, 60 al 80 por ciento de las consultas médicas de atención primaria son un problema de gestión de emociones. Si tú estás continuamente en modo supervivencia tienes fallos de memoria, tienes problemas digestivos porque todo lo que comes te sienta mal. Empiezas con las arrugas, con las manchas, con la falta de iluminación porque la sangre no está llegando a la piel. Asimismo, ese estado de alerta y ese cortisol tóxico altera el sistema inmunológico. Y ese sistema inmunológico, que en un principio funciona acorde con el sistema de alerta para hacer frente a la amenaza, hace el efecto contrario y empieza a producir un deterioro y una inflamación. El cuerpo empieza a inflamarse. Se empieza a hablar mucho de la depresión como enfermedad inflamatoria del cerebro. Hoy en día están empezando a tratar algunas depresiones persistentes con antiinflamatorios. Y es que algunas depresiones vienen de vivir en estrés crónico y en estado de alerta.

P. ¿Y cómo prevenimos estas situaciones?

R. Todos nosotros tenemos una voz interior que comenta la jugada y que tiene un impacto directo en nuestro organismo. Hay que educar esa voz interior. La psicología positiva recibe muchas críticas al respecto porque parece que es un mundo Mr.Wonderful. Pero está científicamente demostrado que la actitud previa a cualquier circunstancia determina como respondemos a ella. De manera, que cuando ponemos al cerebro en modo positivo aumenta el riego de sangre en la corteza prefrontal, que es la zona de concentración, atención y resolución de problemas. Y uno responde mejor cuando utiliza mecanismos de pensamiento positivo. La neuroplasticidad, la psicología positiva… los especialistas que estudian todos estos temas defienden que tú decides como quieres gestionar el sufrimiento de la vida. ¿Quieres meterte en ese sufrimiento y no quieres ver más o quieres educar tu realidad?

P. Habla mucho del sistema reticular activador ascendente…

R. Es un sistema del cerebro que se encarga del estado de alerta y la vigilia. Nuestro cerebro constantemente recibe varios bits de información, pero solo se queda con aquello que es importante para nosotros, para nuestras ilusiones, para nuestras metas. Por eso se dice la frase “lo que el corazón desea de verdad la mente se lo acaba mostrando”. Hay una zona de nuestro cerebro que estimula lo que nos interesa y que inhibe el resto para que nos quedamos con lo que es importante. Entonces, a la gente que no le pasan cosas buenas en la vida, muchas veces es porque no sabe lo que quiere y su cerebro no se lo enseña. Pero tenemos que saber qué queremos, tenemos que tener un propósito en la vida. Cuando hacemos las cosas que nos gustan, que buscamos, que nos interesa, el cerebro activa todo nuestro interior para que eso lo podamos ver. El ejemplo clave es que si estoy embarazada veo todo el rato a mujeres embarazadas o si estoy con muletas veo muletas.