Rocío García es cardióloga en el Hospital Universitario Virgen de las Nieves (Granada). Comparte la pasión por su trabajo y su familia con otra muy especial, la aventura en la naturaleza. En su última expedición ha recorrido kilómetros de hielo junto a la alpinista, Chus Lago y la atleta Verónica Romero.
Pregunta. ¿Desde cuándo viene esta afición por la aventura?
Respuesta. Siempre me ha gustado la montaña. Ha sido mi hobby todos los veranos. Es algo que vengo haciendo desde hace muchos años. Paré durante un tiempo por motivo de mi familia y he vuelto a retomarlo con este proyecto, “Kilómetros de hielo”.
P. ¿Cuál ha sido la experiencia más impactante?
R. Cada expedición es distinta y todas tienen algún atractivo. Me gustó mucho la experiencia de subir al Muztag Ata, una montaña china a la que se sube esquiando, en una zona muy alejada… Las dos expediciones polares que hemos hecho recientemente, la del casquete polar de Barnes y la travesía del Lago Baikal, también han sido muy especiales.
P. ¿Puede darnos más detalles?
R. Forman parte de un proyecto, “Compromiso con La Tierra”, que tiene como objetivo concienciar frente al cambio climático en estas zonas especialmente sensibles. La del casquete polar de Barnes fue la primera para mí. Atravesamos de norte a sur una superficie helada durante todo el año, solamente se había hecho esto en una ocasión anterior. Es una isla que pertenece a Canadá y que está totalmente despoblada en miles de kilómetros cuadrados. Fue muy especial. La continuación fue la del Lago Baikal, más de 600 kilómetros que recorrimos del sur al norte. Fue muy emocionante, muchos kilómetros sobre el hielo, tres mujeres con la casa a cuestas. A pesar de que hemos pasado frío y de su parte de dureza, es precioso, ha merecido la pena.
P. ¿Se acelera el corazón cuando ve que está cerca el final?
R. Sí, pero se acelera más cuando ves una grieta… (risas). Estamos siempre en tensión, pendientes de los problemas que se plantean. No hay un camino, hay que buscar el más seguro y esquivar zonas que te parecen peligrosas. Cuando más se acelera es cuando aparece una grieta y tienes que ir a la costa a dormir y el tiempo se echa encima… Eso sí, la llegada también es una alegría.
P. ¿Hay proyectos nuevos a la vista?
El proyecto pasó a llamarse 1.500 kilómetros de hielo y la idea es seguir ampliando, aunque es difícil encontrar el momento con un trabajo y una familia. Yo tengo idea de hacer algo relacionado con investigación y mundo polar que sea un poco más factible por mi situación.
P. A la hora de afrontar este tipo de proyectos, ¿qué peso tiene la nutrición?
R. Tiene importancia siempre, ante cualquier esfuerzo, pero más aún en un proyecto de alta resistencia a largo plazo. Preparar muy bien cómo te vas a alimentar es la base del éxito de la empresa. Esto también se asemeja a la situación de las personas que están ingresadas en un hospital durante mucho tiempo, por ejemplo. En situaciones, en general, de alta demanda energética la nutrición es fundamental, tienes que adaptar lo que necesitas a aquello que tomas. Aquí nos ha ayudado mucho Nestlé, porque es difícil encontrar patrocinios y todo cuesta. Nos ayudó con comida liofilizada y batidos energéticos. De manera muy sencilla y con poco peso, tienen un gran aporte energético. Teníamos perfectamente determinado lo que íbamos a comer a lo largo del día y pudimos llevar una dieta muy completa, con todos los nutrientes, y acabamos muy contentas con lo que habíamos llevado. Es la base de que te mantengas durante 30 días luchando contra mucho esfuerzo físico y mucho frío. Si no hay un buen balance nutritivo empiezas a adelgazar. Para aguantar a esas temperaturas haciendo ejercicio tienes que comer algo cada hora, además de un gran desayuno y una buena cena. Si no es así, no puedes hacer el esfuerzo físico programado.
P. ¿Qué importancia tiene el aporte adecuado de proteínas?
R. Estos compuestos son los mismos de uso hospitalario para personas que no pueden nutrirse bien. Llevan una proporción adecuada de proteínas, hidratos de carbono, grasas adecuadas y vitaminas. Son adecuados para personas con una enfermedad o para personas con una alta demanda energética para situaciones especiales como éstas.