Tato Vázquez Lima
Tato Vázquez Lima.

Por Manuel Vázquez Lima, presidente de la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias (SEMES).

Explicar en una breve editorial los sentimientos que embargan a un sanitario es complejo, tal vez una imagen sea la mejor perspectiva desde un lado emocional. La vida de un urgenciólogo es una pasión por y del tiempo. Por eso he preferido que una instantánea amable sea la referencia de tantas vivencias encontradas.

Una vida con un tiempo repartido entre dos damas: una reflejo de la condición individual (mi hija), otra el sueño justo de un colectivo (especialidadMUE). Ambas compiten por ese tiempo en una desigual pelea…

La misma lucha temporal que cada día entablan miles de urgenciólogos españoles, medida en instantes, que delimitan la quebradiza línea de la existencia, con complejas decisiones calibradas en segundos que demarcan el porvenir; de eso los pacientes saben mucho. Existe otra batalla, esta contra una incomprensión sin igual, medida en años, de algunos dirigentes de largas promesas incumplidas, que no han sabido ver donde estaban aquellos que por dedicarse a su vocación, recibían el premio del desprecio. Alguno de esos dirigentes alejados de la realidad debieron pensar que el tiempo (otra vez el mismo) lo borra todo, pero tuvieron que afrontar su prueba más dura… Y entonces, como siempre habían hecho, los olvidados, los “sinnombre”, dieron una lección de competencia, de compromiso y de autoexigencia (con su penitencia incorporada). Esos pacientes que siempre estaban antes y están ahora 24/7/365 ya nos conocían, solo esperamos que “otros” empiecen a entenderlo…

A mis damas, que no dejan de ser mi vida, les intento decir la verdad. A ellas les comento que el esfuerzo merece la pena, que no es momento de palabras y si de hechos, que no es momento de frustraciones y si de reconocimiento, que no es momento de lamentos y si de esperanza. A ambas les digo que las quiero y las seguiré queriendo siempre. Y las dos tienen nombre, una se llama #especialidadMUE, la otra es mi ser. Y aunque sigan compitiendo por el tiempo, siento un enorme orgullo al verlas: valientes, llenas de vida, cargadas de futuro. Ese tiempo solo puede recompensarlas, porque la esencia es suya.

¡Gracias Urgencias y Emergencias!

¡Aquí y ahora! 14 años separan el idealismo de la reflexión serena; se que lo conseguiremos.